sábado, 27 de octubre de 2018

RESISTENCIAS... Puesta en escena



RESISTENCIAS


PERSONAJES: Mujer A (Vestida con ropa vieja),  Mujer paz vestida de blanco, Mujer rural víctima de desplazamiento, Mujer joven víctima de violencia  sexual y Mujer negra  (mujeres vestidas de negro)

La obra inicia con un escenario vacío, donde solo se divisan hojas secas en el piso, simbolizando desolación. Al compás de tambora, aparece una mujer vestida de blanco con unas velas, baila suavemente recorriendo el escenario, no sonríe, parece sombría, lentamente se ubica en el centro del escenario, coloca las velas ante ella y se marcha en silencio. (Se silencia la tambora)
Seguidamente al compás de un tan tan de tambora, aparece una mujer vestida de manera descuidada y sucia. Arrastra consigo un pesado costal (se utiliza la hamaca como costal, dentro de este yace acurrucada una mujer). Recorre el escenario con gran esfuerzo, cada tanto cae vencida del agotamiento y la angustia.

Entre lágrimas y gemidos: No puedo más, no puedo más dios mío, ¿Por qué? ¿Por qué?, ¿puedes responderme Dios?
Sigue su recorrido como un viacrucis, nuevamente cae y exclama: ¿Dónde estás amor? ¿Por qué me dejaste sola, por qué no me llevaste contigo? Vuelve, desde donde te encuentres, desde el cielo o el infierno vuelve por mí
Continúa recorriendo el escenario con su carga llorando desconsoladamente. Suelta su carga en un extremo del escenario y entre lágrimas de dolor y reflejando cansancio se acuesta al otro extremo del escenario:
Lentamente la mujer dentro del costal comienza a moverse, sale despacio de su costal, mira a su entorno como si buscara algo, luego mira hacia las espectadoras,   expresa señalando a la mujer vestida de blanco que aún permanece sentada frente a las velas:
¿Ustedes ven esa luz de allá? Esa luz dicen que es la paz…. Paz paz paz paz, ¿Cómo será eso? Parece un sueño, un espejismo que alguien desesperado quiso creer… ¿y qué voy a saber yo de paz si desde que mi madre me parió solo he conocido el dolor.  (Pausa) No, no, no, nooo, lo había olvidado, que tuve una vida, una tierrita, mi casa enmarcada de flores,  animalitos que corrían cada mañana tras de mi para ser alimentados, aun siento el aroma de esos  amaneceres el canto de los gallos, el sonido de los grillos montunos en la silenciosa calma del atardecer, el olor a tierra mojada,  del café hecho en leña…  y luego el horror. Aquella noche de tormentas   entre gritos y disparos me  arrebataron a mi hombre, quise aferrarme a su cintura y no dejarlo partir, pero me llene de miedo y corrí como cobarde ¿Cómo vamos a vivir en paz con tantas ausencias? ¿Llenara la paz la soledad de mis noches… (Grita): ¿me devolverá la paz su cuerpo? ¿Será la paz una tumba con el nombre de quién amé y aun amo?
Mientras la mujer del costal dice estas cosas, la mujer A acostada grita tratando de silenciar esas palabras dolorosas a sus oídos.
La mujer víctima  se acuesta nuevamente, esta vez sobre el costal, mientras la mujer que la arrastraba sale llorando del escenario.
En el escenario aparece nuevamente la mujer A, esta vez empujando a otra mujer, la agrede como poseída de un demonio, la tira al piso, la toma del cabello y le grita: Te gusta maldita, quiero oírte gemir, suplicarme.
Se inclina sobre ella, la agrede, intenta tocar sus piernas, le exclama con odio: eres basura y como basura te voy a hacer sentir, abre las piernas, maldita.  
La  víctima se defiende, se sacude y grita NOOOOOOOOOO, basta, no te tengo miedo, no tienes poder sobre mí, no puedes lastimarme otra vez, ¿me oyes? No puedes lastimarme otra vez, ya no soy una niña
Al decir esto la mujer A se aleja asustada, se tapa los oídos para no oírla, se revuelca desesperada intentando no oír lo que le dice la víctima:  Oí decir que la paz comienza por dentro, que una tiene que curarse y perdonar, que una tiene que tragarse el odio y el dolor para abrazar al enemigo (grita): ¿Y cómo puedo yo abrazar al demonio que me robó la inocencia escondida entre mis piernas? me dijeron que no gritara, que no pujara, que no me negara a entregar mi tesoro, me dijo que si me portaba bien no me dolería,  y las abrí y al hacerlo se ahogó mi voz, mis ganas de ser y sentirme amada, (grita): porque no solo se metió en mis entrañas sino tambien en mi alma, allí habita ese demonio,  desde entonces cada noche se repite y se repite, cuando se apagan las luces y la ciudad duerme, se mete en mi cabeza,  en mi alcoba, en mi cama, en mi cuerpo… ¿puede la paz limpiarme por dentro y llevarse lejos los demonios del ayer? 
Seguidamente la víctima se va a donde se encuentra la mujer del costal, se acurruca a su lado para que esta la consuele.
La mujer A, se queda sentada en el piso llorando, cuando en el escenario aparece una anciana con un bastón, la mujer A le teme, trata que la anciana no la alcance, la anciana recorre el escenario, se escucha solo el sonido del bastón, se dirige hacia donde están las víctimas.
La mujer A está tan asustada mientras tanto la anciana trata de consolar a las dos mujeres víctimas, pero tampoco puede tocarlas, saca de sus bolsillo pétalos de rosa.
La mujer A  le grita a la anciana:
¿Qué haces aquí madre? ¿Por qué has venido después de tanto tiempo? ¿Qué quieres ahora de mí? Es demasiado tarde madre, ya no puedes curar mis heridas. Contéstame madre donde estabas cuando mataron a mi hombre, donde estabas cuando corrí por esos montes dejando atrás lo mejor de mí, porque no dijiste nada al verme llegar desesperada, herida, vencida. Porque no dijiste nada cuando niña esos hombres se metieron entre mis piernas, en mi alma, en mi cabeza para siempre. ¿Por qué no dijiste basta? Esperaba que me protegieras, esperaba que murieras conmigo, pero me dejaste morir sola, mírame, no soy nada, soy un fantasma que no encuentra su lugar, mírame, dime algo madre, habla por favor… por qué por qué, porque nunca me dices nada, quien silencio tu voz y apagó tu corazón, por qué solo reclamaste cuando te llamaron NEGRA.
En todo el dialogo de la mujer A la anciana mira al vacío, pero cuando la mujer A pronuncia la palabra NEGRA, ella suena el bastón y la mira con odio a los ojos
Aparece en el escenario una mujer negra en el mismo instante que la mujer A pronuncia la palabra NEGRA y la anciana suena su bastón.
La mujer negra exclama:
SI NEGRA, (mira a las espectadoras) ¿será que hay paz para los negras? ¿Será que esa paz no despreciara  mi piel negra, mi boca carnosa, mi pelo rebelde que se alza como queriendo tocar al cielo como las manos alzadas de  esta protesta? ¿Será que esa paz me devolverá  el derecho a ser, a estar, a resistir, a exigir, a insistir?¿será esa la paz que no juzgará mi historia, mi origen,  la cadencia de mis caderas negras, de mis pasos fuertes, de mis brazos hechos para la lucha, de mi voz profunda de mujer negra, que protesta como negra,  defiende como negra, sueña y ama como negra ¿reconocerá esa paz que por mis venas corre sangre roja como la de cualquier ser humano? y si la paz es blanca como aquella su bandera, como la paloma blanca de la paz ¿Qué pasará con los negros? (grita) ¿tiene derecho mi piel negra  a vivir en una paz  blanca?
                              
                                                                         FIN






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